RESUMEN:
Los muros de contención son elementos estructurales que no hacen parte directa de los pórticos de una edificación pero que tienen una función estructural definida conectándose directamente con la estructura principal.

Este tipo de elementos se construye en los sótanos de estructuras que posean niveles bajo la cota del terreno, o masas de suelo en general que deban ser estabilizadas con estas estructuras, por ejemplo los cortes de terreno en las vías. Se encargan principalmente de retener el suelo que esta tras de ellos manteniendo su estabilidad. Generalmente los muros de contención se construyen en concreto reforzado, aunque también se usan materiales como mampostería estructural. El diseño estructural de los muros de contención debe ser realizado por profesionales idóneos que conozcan los parámetros de resistencia y deformación del muro, el proceso constructivo más indicado, los materiales y las características mecánicas del suelo.
En aquellos casos en los que el suelo es muy inestable y existan altas probabilidades de derrumbe de taludes, se emplean muros pantalla anclados al suelo con varillas de acero, inyectando mortero de cemento. La longitud de los anclajes, la fuerza de tensionamiento y las especificaciones constructivas son determinadas por un geotecnista.
Los muros de contención se construyen a medida que se avanza en la excavación de sótanos y trabajos de cimentación, volviéndolo un trabajo sistemático y de rápida ejecución, sin muchos inconvenientes aunque se debe tener especial cuidado por el gran peligro que representan al personal de obra.
Cuando se realizan excavaciones en edificios con varios sótanos, se debe ir excavando por nivel e ir construyendo los muros de contención para cada uno de los sótanos. Se deben respetar los taludes recomendados para evitar derrumbes en la excavación, que podrían retrasar la obra, generar costos adicionales e innecesarios, y poner en riesgo a los trabajadores.
Generalmente los muros de contención se construyen por tramos, haciendo módulos intercalados, excavando trincheras de ancho constante, separadas a una misma distancia.

En cada módulo se debe dejar un traslapo de acero estructural -en la sección lateral del muro y en la parte inferior en caso que la excavación siga- para poder unir las secciones adyacentes del muro, las cuales serán fundidas en una segunda etapa. La longitud de estas varillas debe ser la especificada en el diseño según su diámetro.
Se debe supervisar que el acero estructural no se ensucie de barro ya que éste puede afectar la adherencia entre el concreto y el acero, modificando su comportamiento mecánico y produciendo daños posteriores. La trinchera puede ser recubierta con una delgada capa de mortero para aumentar la estabilidad mientras se realizan los trabajos en el módulo del muro.
Posteriormente se procede con el encofrado del muro, teniendo en cuenta que las formaletas deben estar en estado óptimo y limpias para así asegurar un buen acabado en la superficie que quedará expuesta. Se deben asegurar los espesores del muro y el recubrimiento del acero de refuerzo, mediante el uso de distanciadores.

Para realizar el vaciado del concreto en el muro de contención, se debe considerar el uso de tolva o embudo para evitar que el concreto golpee bruscamente contra las paredes de las formaletas, con la consecuente segregación. Generalmente el agregado debe ser de un diámetro nominal pequeño (tipo gravilla), debido a que por el poco espacio que se tiene, se puedan generar hormigueros o vacíos en el muro.
Usualmente se realizan vaciados de concreto en capas de 40 a 50 centímetros de altura con su correspondiente vibrado, golpeando además la formaleta con un martillo de caucho también llamado “chipote” para garantizar una adecuada compactación. Se pueden fundir los primeros 15 ó 20 centímetros de un muro con concreto de mayor manejabilidad, para que de este modo se pueda realizar una colocación mucho más fácil. También se podría disminuir la consistencia del concreto a medida que el nivel aumenta, para poder compensar la exudación de las capas inferiores, y obtener mayor durabilidad y uniformidad en el muro.
Se debe tener cuidado en la fundida de capas inclinadas, puesto que esto genera que el concreto se segregue y pueda causar problemas de porosidad y debilidad en el elemento. Al terminar el vaciado del concreto, se debe sobrepasar el nivel superior del concreto en dos centímetros aproximadamente debido a que al fraguar el concreto, este disminuye algunas veces su altura.
Para tener en cuenta
El muro de contención deberá apuntalarse de forma provisional mientas se hace el empate con la placa de piso superior, la cual tendrá un apoyo estructural para retener el relleno. En muros cuya altura supere un piso, se puede colocar una viga de amarre en la mitad y otra en el remate, para rigidizar y conectar con las placas aéreas del edificio. Los ganchos y amarres en los puntos de intersección de la viga y el muro son igualmente de gran importancia y deben cumplir con los requisitos del gancho estándar.
Nota aclaratoria de responsabilidad: Las observaciones contenidas en este documento son de carácter informativo y deben ser aplicadas y/o evaluadas por el constructor o usuario solamente en caso de considerarlas pertinentes. Por lo tanto, estas observaciones no comprometen a Argos, a sus filiales o a sus subordinados.
«Para realizar el vaciado del concreto en el muro de contención, se debe considerar el uso de tolva o embudo para evitar que el concreto golpee bruscamente contra las paredes de las formaletas, con la consecuente segregación».
CONCLUSIÓN
Se debe tener cuidado en la fundida de capas inclinadas, puesto que esto genera que el concreto se segregue y pueda causar problemas de porosidad y debilidad en el elemento. Al terminar el vaciado del concreto, se debe sobrepasar el nivel superior del concreto en dos centímetros aproximadamente debido a que al fraguar el concreto, este disminuye algunas veces su altura.